El gobierno de India está considerando abrir sus bancos estatales a una participación de hasta 49 % de inversión extranjera directa (IED), frente al límite actual de 20‑26 %. La medida, impulsada como parte de una estrategia para modernizar el sistema bancario y atraer capital externo, se encuentra en fase de discusión interna y aún no se ha emitido un decreto oficial.

Los analistas explican que permitir mayores participaciones extranjeras podría mejorar el acceso a tecnología financiera, impulsar eficiencia operativa y aumentar la competitividad del sector bancario indio. No obstante, hay voces que advierten sobre riesgos: la vulnerabilidad ante crisis externas, pérdida de control del Estado sobre entidades clave y posibles tensiones políticas.

Este cambio también marca un giro relevante en la estrategia india de liberalización económica, que hasta ahora ha avanzado con cautela en sectores regulados. Si se aprueba, podría impulsar la IED en otros segmentos como seguros, infraestructura financiera y fintech.