El mercado bursátil asiático, particularmente el surcoreano (KOSPI), ha demostrado una resiliencia notable frente a la incertidumbre económica global. 

El principal motor de este crecimiento ha sido el sector de semiconductores, con las grandes empresas tecnológicas de la región experimentando un aumento exponencial en la demanda de sus chips de memoria de alto rendimiento, esenciales para el desarrollo de la IA generativa y los centros de datos avanzados.

Los inversores han redirigido capital hacia este sector, viéndolo como un refugio de valor y un motor de crecimiento a largo plazo, descontando los efectos de la inflación en las materias primas.

Este rally bursátil subraya la posición de Asia como el epicentro mundial de la innovación tecnológica en hardware, marcando una nueva era de dominio económico digital.