La jornada de este jueves consolidó un punto crítico en el paro nacional impulsado por organizaciones agrícolas y de transporte. El Frente Nacional para el Rescate del Campo Mexicano (FNRCM), la Asociación Nacional de Transportistas de Carga (ANTAC) y el Movimiento Agrícola Campesino (MAC) reforzaron su estrategia de presión mediante bloqueos coordinados en corredores carreteros prioritarios y pasos fronterizos clave.

El incremento de tensión obligó a la Secretaría de Gobernación a reactivar una mesa de crisis desde primeras horas, encabezada por la titular Rosa Icela Rodríguez, para destrabar un conflicto que ya genera impactos financieros significativos en sectores logísticos, agroindustriales y manufactura binacional.

Los líderes del movimiento reiteraron demandas históricas: precios piso para granos estratégicos —con énfasis en maíz blanco a 7,200 pesos por tonelada—, garantías de seguridad en carreteras ante el repunte de robos y extorsiones, acceso a financiamiento productivo y un replanteamiento de la iniciativa federal de reforma al manejo del agua.

En paralelo, cámaras empresariales alertaron sobre disrupciones en cadenas de valor críticas y costos logísticos crecientes. Los principales flujos de mercancías en la zona centro-norte registran retrasos promedio de 12 a 18 horas, mientras que transportistas reportan saturación en patios de resguardo y pérdidas operativas acumuladas.

La Segob mantiene un posicionamiento abierto al diálogo, pero sin compromisos inmediatos sobre precios garantizados, lo que prolonga la incertidumbre. En caso de no alcanzarse acuerdos antes del fin de semana, especialistas prevén nuevas afectaciones en puertos, aduanas terrestres y corredores energéticos estratégicos.