En conferencia matutina, Sheinbaum enfatizó la postura de México sobre no intervención y solución pacífica, proponiendo al país como mediador para prevenir una escalada regional.

La mandataria refirió que México se apega a principios constitucionales de no intervención y no injerencia extranjera, y urgió a la ONU a asumir su rol para prevenir derramamiento de sangre en Venezuela, donde las acciones de Estados Unidos, incluyendo bloqueos a petroleros sancionados, han intensificado tensiones. Sheinbaum reiteró que el diálogo y la negociación deben ser primordiales para resolver controversias internacionales, y ofreció facilidades para un espacio de discusión neutral entre las partes involucradas.
 
La postura oficial subraya la visión diplomática y la política exterior tradicional de México en conflictos externos, reforzando la independencia estratégica del país y su papel como actor de mediación.
 
El llamado de México podría influir en las dinámicas multilaterales regionales y evaluar la capacidad de la ONU para gestionar tensiones entre potencias.