El lunes 15 de diciembre de 2025, el pleno del Congreso de la Ciudad de México registró una confrontación física entre legisladores de diversos grupos políticos durante una discusión sobre la propuesta para reorganizar el organismo de transparencia. 

La sesión que debatía la reforma a la ley de transparencia se tornó caótica cuando varios diputados, principalmente mujeres, pasaron de la discusión a agresiones físicas —jalones de cabello, empujones y manotazos— ante cámaras y transmisión en vivo. El enfrentamiento se produjo entre representantes de partidos de oposición y del partido en el gobierno local, generando críticas sobre falta de civilidad en el ejercicio legislativo y cuestionamientos sobre la conducción de los debates parlamentarios. 

 El incidente pone en relieve una fractura institucional en la que el diálogo político se sustituye por confrontación física, lo cual puede erosionar la confianza ciudadana en la clase política y dificultar acuerdos constructivos en temas de alta sensibilidad, como la transparencia gubernamental. 

Grupos parlamentarios emitieron comunicados condenando las agresiones, mientras organizaciones civiles demandan sanciones y mejores mecanismos de debate para preservar el orden democrático. 

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