La decisión de conceder asilo político fue defendida por la Cancillería como acto conforme a normas internacionales. La medida ha generado intercambios diplomáticos y cuestionamientos de opositores internos que ven implicaciones políticas.

Analistas señalan que, además de la dimensión humanitaria, la medida tendrá efectos en la agenda regional y puede ser usada por actores políticos como símbolo de identidad y autonomía del país en política exterior.

El Ejecutivo ha reiterado que las decisiones en materia de asilo se toman con base en protección a personas en riesgo, no por afinidad ideológica.