La UNESCO incluyó la tradición de Iztapalapa en su lista de patrimonio inmaterial, consolidando una manifestación religiosa y cultural que moviliza a miles en Semana Santa.

La inscripción reconoce la organización comunitaria, su valor histórico y cultural, y la participación de los ocho barrios durante la Semana Santa. La decisión fue celebrada por autoridades y defensores del patrimonio cultural, que señalan el valor intangible de la práctica: vestuario, escenografía y transmisión intergeneracional. La inclusión se da en un contexto de fortalecimiento del reconocimiento internacional a tradiciones mexicanas.

El reconocimiento puede impulsar turismo cultural y recursos para conservación, pero plantea retos de gestión: proteger la autenticidad frente a la comercialización y garantizar recursos locales para logística y seguridad durante las celebraciones.
 
Un logro patrimonial con potencial turístico y responsabilidad de gestión comunitaria.