Un giro estratégico de Washington contra Caracas eleva la tensión en el Caribe y abre debates sobre estabilidad energética mundial.

El gobierno estadounidense anunció un bloqueo completo a los tanques de petróleo venezolano, calificando el régimen de Maduro como organización terrorista. La medida ha agitado mercados energéticos y provocado el rechazo explícito de China y Rusia, que calificaron la decisión como “acoso unilateral”. Las repercusiones políticas y económicas podrían extenderse a mercados globales y relaciones bilaterales en la región.
 
Esta medida refleja una postura firme de EE. UU. para presionar al gobierno venezolano por asuntos de seguridad regional y petróleo estratégico. La respuesta de potencias como China y Rusia sugiere un posible endurecimiento de alianzas contrapuestas que afecten dinámicas geopolíticas clave en 2026.
 
El impacto en precios del crudo y la respuesta diplomática en Latinoamérica marcarán el pulso de las próximas semanas.